Un buen logotipo debe ser apropiado, apropiado para el público con quien la empresa tendrá que interactuar, y además debe ser consistente con lo que la empresa quiere transmitir, qué ofrece, qué vende.
Un logo no dice de manera simplista lo que vende la compañía (en Apple no venden manzanas y no tiene que ser «bonito», debe poder contar una historia.
Debe ser versátil y adaptable para cualquier forma o superficie, debe poder ser impreso en una tarjeta de presentación o en un lona de treinta metros de altura sin perder peso.
Consistencia y valor
Al diseñar un logotipo, debe hacer uno resumen de todo lo que tiene que representar. Necesita ser simple, apropiado, distintivo, duradero memorable y adaptable. Cada elemento debe tener un sentido, un rol específico.